lunes, 24 de octubre de 2011

#8

Esperando un rayo de luz entre tanta oscuridad... Temiendo dejar de notar ese líquido rojo por mi muñeca... Manchando el suelo... Formando un charco color carmesí... Notando una hoja cortar mi piel... Por el filo corre mi sangre... Por mi brazo, mi muñeca, por cada uno de mis dedos... Caen una a una las gotas, resbalando por mis uñas... Los pañuelos, las pulseras de cuero, los anillos de acero, las cadenas... Todo por el suelo... Manchados de mi roja sangre... Siento frío... Pero sigo viva... De pronto, cesó la sangre... Puede que encontrara el rayo de luz... Puede que simplemente me rindiera... Puede que me cansara tanto rojo... Me levanté... e intenté recoger mi blanco pañuelo, ahora carmesí... Y no podía cogerlo... Todo era una pesadilla... No, no era una pesadilla... Me desperté... Y mi brazo tenía simples cicatrices... Mis blancas posesiones no tenían rojo... Las negras tampoco... El suelo estaba limpio... Pero mi mente, no...

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